INDIE & ROCK ALTERNATIVO. Carlos Pérez de Ziriza.
Redbook Ediciones. 2017. 270 págs.
Abrí el libro de Carlos Pérez de
Ziriza con la intención de descubrir, por fin, de qué hablamos cuando decimos
“indie”. Porque el autor, como se revela en su obra, aúna un conocimiento
enciclopédico y ese don de la escritura fácil y directa que tanto se agradece.
Pasan por el libro bandas y músicos a docenas, y hay a quienes me extraño de encontrar porque llevo escuchándolos años sin saber que eran “indies”;
en otros casos es el propio autor el que se justifica por la inclusión a pesar de no cumplir con los cánones del término. Pero de todos quienes quedan retratados no sólo se da información suficiente sobre el lugar que ocupan en este caldero mágico del también llamado "rock alternativo" sino que - y esto ya es difícil- se hace un elogio medido (la paleta de adjetivos es amplísima) que lleva a quien
lo lee a querer conocer lo desconocido, revisar lo que se dejó pasar, volver a
lo que sonó en su día y estaba olvidado. A su vez, la introducción histórica es
una brillante aproximación a la música de los últimas cuatro décadas en apenas 40
páginas en las que se desgranan todos los estilos que integran la etiqueta que
da nombre al libro y que, ya puestos, son todos los que existen: desde la americana al britpop, desde el grunge al shoegaze, desde el post-punk a la psicodelia. Y así, encontrando juntos en el mismo libro a The Smiths, The Jayhawks, Nirvana, Bjork, Primal Screen o Richard Hawley, termino sin
saber si ya sé definitivamente qué es "indie" y qué no lo es, con la impresión de
que las etiquetas “rock” y “pop” estaban gastadas y había que sustituirlas por
una nueva en la que cabe todo. Matar al padre: algo que se viene haciendo desde
siempre y que ejemplificó el punk como nadie antes. Pero lo importante es que
ahora tengo las cosas mucho más claras y que hay muchos discos que se citan en
sus páginas que quiero escuchar urgentemente. Y que “indie” es algo más que
esos grupos nacionales que copan los festivales y a los que generosamente se dedican un buen número de páginas. Mucho más que eso, afortunadamente.