Canciones que nunca escribí

CANCIONES QUE NUNCA ESCRIBÍ. Eduardo Izquierdo.
Ediciones Lupercalia, 2016. 139 págs.

No sé qué tienen los libros de Eduardo Izquierdo que se leen sin sentir. En este caso es todavía más fácil porque se trata de docena y media de relatos que rara vez sobrepasan las tres páginas. Lo bueno, si breve, te deja un gusto especial, un paseo por la historia que acabas de leer en la que todo lo que te queda es la impresión, la huella. Para qué más si lo que importan son las emociones y ésas se te pegan en la piel. "Canciones que nunca escribí" se articula sobre lo que su título dice bien a las claras: un puñado de canciones -algunas muy conocidas, otras de las que jamás en mi vida había oído hablar- y la historia real o imaginada que les dio vida en su momento. Eduardo Izquierdo recrea esa génesis, la chispa que encendió cada una de ellas, o, a su manera, dibuja los personajes que en las canciones aparecen simplemente esbozados. Lo hace a pequeños sorbos, al mismo ritmo con que puedes ir bebiendo del vaso con el que acompañas tu lectura. En algunos casos sorprende la dureza de las situaciones retratadas, el pesimismo que destila el autor, pero la realidad es la realidad y el mundo en el que vivimos tiene esas cosas. Sin embargo, hable de soledad o de abandono, de miseria o de crimen, de esperanza, de redención, de amores de una noche que se prolongan en la memoria (ese curioso "Memory Motel"), o del legendario encuentro / desencuentro entre Dylan y Elvis, su escritura evocadora te cautiva. Éste es un libro que se parece a una puesta de sol.

No hay comentarios:

Publicar un comentario