Blues de la Frontera

BLUES DE LA FRONTERA. ANARQUÍA Y LIBERTAD DE LOS AMADOR. Marcos Gendre.
Efe Eme. 2018. 244 páginas.
Hay libros que se parecen a una película y hay libros que se parecen a un documental. Hay otros incluso que se parecen a un noticiario. Desde esa perspectiva fílmica, el libro de Marcos Gendre es un documental con vocación de película. Lo segundo porque cuenta una historia muy viva, lo primero por la técnica que emplea para narrarla. Esa historia es la de los hermanos Amador en los años inmediatamente anteriores a "Blues de la frontera" y durante su gestación; pero no solo la de ellos (con quienes no conversa Gendre) sino también la de los testigos de que se sirve para contarla; y es un poco también la historia de una España que estaba cambiando y de una Sevilla que estaba traspasada de contradicciones, que hacía del contrapunto su sentido para salir adelante (deliciosa la mixtura entre lo gitano y lo hippy, donde se borraban las fronteras, y el libro está salpicado de anécdotas muy disfrutables en ese terreno). La barriada de las Tres Mil, Camarón, Hendrix o Prince son algunos de los elementos que explican una propuesta, la de los Pata Negra, que marcó un antes y un después (hubo otros, claro, como el que protagonizara el propio Camarón, España mudaba de piel a velocidad de vértigo, pero este es el que interesa al propósito del libro). La crónica oral es un ejercicio arriesgado, puede quedar en la mera yuxtaposición de pedacitos de entrevistas, un corta y pega donde el autor nada aporte. No es el caso. Marcos Gendre maneja con habilidad la ingente cantidad de material, lo trocea y lo recoloca en los lugares precisos para que el ritmo de la lectura sea ágil. Por otra parte, Gendre no es un simple montador, es autor, no solo porque es él quien extrae ese material mediante entrevistas personales sino porque además aporta su propia visión al paso que engarza las palabras de otros. Lo hace con medida, sin excederse, como si temiera asumir demasiado protagonismo, pero su marca queda ahí, y también en ese lenguaje barroco que lleva la escritura hasta el límite de los significados (véase, por ejemplo, esa frase: "la música aviva el fuego del acervo lorquiano, ya sea surcando el cante como también los diferentes planos instrumentales enjaretados al galope de tan sabroso zurcido melódico"). Anarquía y libertad de los Amador, un subtítulo que viene a definir si se quiere también este libro en apariencia anárquico y gozosamente libre.