Testimony

TESTIMONY. Robbie Robertson.
Neo Person. 2017. 606 páginas. (traducción al español)

Testimonio es una palabra que sugiere conocimiento directo, autenticidad. En la edición española,  que no traduce el título, quizá para reforzar innecesariamente esa condición de fuente narrativa, la portada está repleta de indicaciones para animar al comprador despistado: desde esa redundante calificación de "Autobiografía" a la mención "Los acontecimientos que cambiaron la historia" y cita de nombres estelares (Dylan, The Beatles, Hendrix, Warhol...). No hacía falta, creo yo, los compradores de este libro somos los que somos, los que pensamos que The Band encontró el Santo Grial. A cualquier otro al que llegue "Testimony", le llega por error, aunque hay que desearle que sea un error gozoso: seiscientas páginas son demasiadas siempre, así que más vale que las disfrutes. A Robertson le puede su sangre india y ese gusto por la tradición oral que llevaría a que le escucháramos (o en este caso leyéramos) durante varias lunas: este volumen a pesar de su extensión solo recoge los años que conforman el mito de The Band, esos famosos dieciséis años que dieron gloria y luz a la música americana. Él lo narra con detalle, excesivo a veces (que no, Robbie, que no era preciso saber a qué hora rompió aguas tu mujer), pero hay tanta historia y tanta intensidad en esa experiencia de cuatro chicos canadienses y uno de Arkansas que la lectura es bienvenida. Con un estilo literario desnudo y directo, pura narrativa, describe el fogonazo del primer viaje a los estados del Sur, la amistad fraternal con Levon Helm y su progresivo deterioro, el descubrimiento de su ascendencia en parte judía y su curiosa familia de gangsters, la vida en Woodstock y los días de música y grabaciones en el sótano de Big Pink, la pérdida de rumbo de la banda y la batalla perdida contra los estragos de las drogas. Todo nos es permitido verlo desde dentro, tal como sucedió. Eso ya es bastante, a lo que hay que sumar anécdotas en las que aparecen un sinfín de personajes cuyos discos también tenemos en casa. Un testimonio, sin duda, que complementa al que en su día escribió Levon Helm, y que hay que colocar en el mismo estante que dos excelentes libros ya comentados en este blog, el de Mikel Muñoz (http://librosenelcamino.blogspot.com/2017/04/the-band.html) y el de Miguel López (http://librosenelcamino.blogspot.com/2016/08/imposible-vivir-asi.html)

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